El auge de los bitcoin es evidente, hasta el punto de que ya se pueden realizar compras por internet usando este método de pago. Este crecimiento tan rápido no sólo llamó la atención a las personas que buscaban ganancias (inversores, emrpesarios), sino también a una nueva categoría de estafadores.
Un nuevo tipo de estafa financiera que involucra al Bitcoin se ha extendido activamente a través de las redes sociales, teniendo incluso éxito.
Según los datos investigados por Trading Platforms UK, el valor de los ataques y los robos de criptomonedas entre 2019 y 2020 aumentó en un 38.38%: de cerca de 400 millones de euros a 550 millones.
El crecimiento de robos de criptomonedas se produce incluso cuando el sector continúa madurando en su tecnología de intercambios, billeteras y otros custodios de activos digitales que garantizan la seguridad. La mayoría de los custodios también han establecido relaciones con las fuerzas del orden, lo que facilita el seguimiento de cualquier actividad fraudulenta casi al instante.
Sin embargo, el aumento en el valor del robo de criptomonedas es un indicador de que los delincuentes informáticos también están innovando nuevos medios para superar las medidas de seguridad actuales.
Los investigadores dicen que los estafadores están ganando sumas récord en 2021. Los datos también sugieren que el número de víctimas este año eclipsará a los de años anteriores.
En redes sociales las técnicas de los criminales no han cambiado mucho desde 2018. Crean cuentas de Twitter suplantando identidades famosas, para que sea confiable. Es muy sencillo robar Bitcoin gracias al anonimato de las transferencias.